lunes, 1 de abril de 2013

LOS HOMBRES MOJADOS NO TEMEN LA LLUVIA




Si en el primer párrafo de una novela negra se cita a Lacan, sé que tendré que leerla. No por Lacan, sino por parafrasearlo apoyado en la barra de Casa Camacho.

Juan Madrid conduce su narración a través de dos voces que se entrecruzan: la de su protagonista, Liberto Ruano, un abogado promiscuo y (empero) a la vez dado a los enamoramientos peligrosos y la de Aurelio Peescador y su minuciosa recolección del pasado en los Cuadernos, que van desenvolviendo el hilo del pasado que crea y explica el presente. El dueto funciona, el ritmo frenético de Ruano se compensa con la calma desolada de Pescador, la calma del que ya no tiene nada que perder y narra como quien habla a la posteridad o al vacío.

La vida de Ruano, ordenada dentro entre su afición por las mujeres y el ejercicio del derecho, junto a su brillante asociado, Feinman, se remueve cuando una prostituta que quiere ser representada por él en un oscuro asunto relacionado con un chantaje a un cliente poderoso, es asesinada. Aquí se pone en marcha la maquinaria eficiente de una trama bien engrasada que discurre por un Madrid en el que casi siempre es de noche y los bajos fondos comparten un lecho furtivo con los ricos y poderosos.

En esta historia conviven damas de alta alcurnia operadas hasta la caricatura con proxenetas, camellos y proveedores de toda mecancía que el mercado, esa hidra insaciable, reclame. Entre bastidores se percibe la mano silenciosa que anima este retablo de las maravillas, como en toda historia de poder y riqueza contemporánea, aparece la mafia, en este caso la 'ndrangheta calabresa con sus códigos de hierro y esa manera de apostar en un juego en el que las reglas son secretas para todos menos para ellos.

En un universo como este es difícil encajar la existencia de héroes pero algunos de los maravillosos personajes secundarios nos haen desear poder evocarlos en una situación de apuro: la solidez de Charo, la clarividencia de Pescador, el saludable cinismo de Juan del Foro.

Los hilos de la intriga están entrelazados con una destreza que lleva al lector sin esfuerzo a través de las varias historias que confluyen en la narración. Hay solamente una línea argumental que no está igual de afinada que las demás: la trama amorosa entre Liberto y Julia, no acaba de convencer, aunque la locura de amor no necesita explicaciones, ésta parece encajada a la fuerza en el conjunto de la historia.


En resumen, una novela efectiva, bien construida, que hace creíble incluso a una surrealista vagina dentada. Vale la pena leer a Madrid, un hombre que conoce su oficio, un artesano de la palabra sin artificios.

Más información:

Reseña del libro en la web de la editorial: Ficha
Entrada en el blog de Maite Uró que revela una lectura crítica y detallada, el mejor elogio que se puede hacer de una obra: dedicarle tiempo y reflexión.
Artículo Juan Madrid romántico empedernido en el blog de novela negra de El País, Elemental.

2 comentarios:

  1. Muy de acuerdo con tu opinión también. Gracias por pasarte por mi blog y gracias por el enlace. Así creamos redes de novelas :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, a ver si recuperamos la vocación de la red de compartir información y crecer un poco cadaa día con las visiones que otros nos pueden aportar.
      Un saludo

      Eliminar

Tus comentarios son bienvenidos.